Reconocemos que este recurso hídrico es esencial, pero limitado y fundamental para la sostenibilidad de nuestras operaciones y el bienestar de las comunidades en las que operamos, por lo tanto, garantizamos una gestión adecuada para su uso.
La huella de carbono es un indicador clave en la gestión ambiental. Por ello, buscamos minimizar el impacto ambiental, optimizar el uso de recursos, reducir costos operativos y mejorar la eficiencia energética.
El cuidado de nuestros campos ha sido parte de nuestro ADN desde los comienzos. En consecuencia, contamos con una zona de conservación de 800 ha destinadas exclusivamente a resguardar la flora y fauna nativa.